Disfrazada de Niñez
Huecos son los recuerdos
lívida, esta alma que no cede
el tiempo pasa
pesa indolente…
La niña no crece
no quiere…
El miedo manda, inflexible
armadura de duelos
me refugio en su interior
un hueco
que también es mío
y no disfraza el dolor.
No quiero que me descubran
ilusa, me escondo ahora
tras este mundo perverso
juegos de infancia perdida…
Perdidos, me están gritando.
Certera intuición me avisa
de una flecha que me apunta
a lo lejos se divisa
¡Qué necia! Le doy la espalda
Quiero mis sueños pueriles
no renuncio a la ilusión
de un corazón que palpita.
La niña se queda dentro
yo me cobijo en sus alas
no quiero salir al mundo.