Un libro que va de la mano de un puñado de pequeños relatos que hablan de superación. Como hilo conductor, los Valores y Emociones del ser humano, recreadas en cada uno de los textos y otros tantos versos que abordan sentimientos.
Memorias de la Cordura
Tras años complicados escribiendo como
una necesidad íntima, conseguí finalmente que la cordura fuese mi aliada. Aceptar
lo vivido. Ni más ni menos que lo que otros también habrán afrontado, pues cada
uno debemos rendir cuentas a nuestro dolor y nuestros errores. Por fortuna, escribir
siempre me dio la oportunidad de compartir en un papel, todo lo que me conmovía
y me atormentaba. En aquellos momentos, fue un alivio poder expresarme de ese
modo. Ahora, hacerlo en forma de pequeñas historias me reconforta; y es que las
palabras, siempre fueron leales a mi vivir.
El tiempo logra reconciliarnos con nuestras
emociones y sigo dejando a través de la escritura, constancia de mis sentires pasados
y presentes. Y aunque la aflicción y la inquietud fueron compañeras obstinadas en
ese otro tiempo, los textos de esta entrega, hablan de un largo camino hasta la
superación y el ánimo.
Tercera realidad pues, plasmada en
papel donde las memorias se hacen eco de esa larga etapa de búsqueda de caminos,
en la que fui dejando parte de mi piel. La vida nos enseña, pero también nos
castiga, escudriñando, más si cabe, en esos periodos de desasosiego y pérdida
general de nuestra esencia. Cuando deambulamos como ciegos entre lapsos
inciertos que nos alejan de nuestra desgarrada cordura…. siempre tan anhelada. Hoy,
sigo aferrándome a los recuerdos como memorias que nunca morirán y aunque a
veces sigan arañando el alma, los años, han logrado suavizar los daños.
Muchos de estos cuentos de vida –como
yo los llamo– son parte de esas experiencias vividas, otros, simplemente
pertenecen a mi fantasía, no obstante, todos ellos fueron escritos con el mismo
cariño. Rememorar los que brotaron de una necesidad imperiosa de sacar fuera
sentimientos, me ayudan a seguir subiendo peldaños en mis deseos de cambio
mental y anímico.
Como hilo conductor, las emociones
y valores que nos acompañan en la vida, traducidas en pequeños relatos y
algunos versos. En mi particular “Trastienda del Alma” han permanecido dormidas
las ilusiones, también los deseos más íntimos. Y hasta allí me he trasladado
para llevarme conmigo los mejores recuerdos, dejando quizá para otro momento,
un puñado de sueños y alguna que otra esperanza a la que echar mano, si fuera
necesario...
Como último deseo, os exhorto, tal como
incitan muchas de mis pequeñas historias a luchar contra la infelicidad. Huir
de todo aquello que escapa a nuestra voluntad y deseo. Valorar por encima de
todo esa esencia vital que nos hace diferentes entre sí. Porque lo que cuenta
en la vida es lo que nosotros con decisión y valentía convertimos en nuestra
meta, en ese camino que nos marcamos a diario con cada paso.
Nunca aceptes ser un mero espectador
de tu propia existencia cuando en realidad fuiste el protagonista de tu pasado,
lo eres de tu presente –y más importante aún–
lo serás de tu futuro. Nunca lo entregues a nadie, gratis.
La vida no está escrita previamente,
así que marca tú el compás, no es preciso disponer de ninguna varita mágica
para convertirlo en real. Solo necesitas darte cuenta, que efectivamente ¡Eres la
reina –o el rey– del mundo!… Al menos, de tu mundo.
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