"La vida se muda en testigo silencioso de un cambio inexorable que no te pide permiso. Callar, mirar para otro lado o patelear. Es igual, ninguna de ellas cambiará el camino."
Samarcanda.
Samarcanda.
MUTILADA EL ALMA
A esta
angustia sin final
se unen las
fuerzas que fallan,
las manos
que tiemblan,
Las piernas
que se parten
como
astillas secas.
Y las
palabras que no acuden
a mi memoria
desmemoriada.
Este cansado
cansancio
me
aplasta, me domina,
me mutila
el alma.
Este que
manda en mi vida
y en mis
días sin retorno.
Semanas y
años baldíos
¿Quién me
los devolverá?
Por qué no
puedo cambiarlos
como si de
cromos se tratara,
repetidos una y mil veces,
con terca y
dolorosa insistencia.
Despertar
viviendo el anterior,
en eterna
impotencia.
Los mismos
dolores, iguales
fatigas,
idénticos
desencantos.
Cartas torpemente señaladas,
de una calca ridícula,
de una calca ridícula,
Reus 2002
A todos nos carga la agonía: palabra muy corta que a veces sentimos tan larga.
ResponderEliminarEl rechazo al cambio, el miedo a descubrir que la realidad no nos pertenece. Un abrazo.
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