NADANDO ENTRE DESESPERANZA
Siempre habrá historias de mentiras en mundo de silencios y promesas vacías. a veces es necesario ponerse en la piel de mujeres valientes, que no tienen oportunidad de gritar su tragedia. mujeres que viven un verdadero calvario de apariencias y miedos.
Samarcanda.
Vídeo del poema: Declamación a cargo de Juan Izquierdo
Imagen: Caras IonutVídeo del poema: Declamación a cargo de Juan Izquierdo
NADANDO ENTRE DESESPERANZA
Me encontré entonces,
en medio de aquél océano de sacudidas
donde miles de pedazos
se iban desgajando de mi misma,
de igual modo que si fuera puro cristal.
Más aun,
vidrio barato que salta por los aires
convertido en mil añicos.
Ni una súplica, ni un lamento,
nada sale ya de mis adentros,
despeñada por una ladera invisible,
viajo hasta la mar, desaparezco.
Se destruye inerte mi cuerpo
se desmorona...
Y me asaltan todas las dudas,
soy disfraz, pura quimera.
Soy una vida que perece.
Desocupada de afectos, desespero,
inamovible permanezco,
anclada a un pasado soñoliento.
Nuevamente me ha mentido,
la puerta no se abrirá.
Somos víctima y verdugo,
como pez sin agua sobrevivo,
él, no me dejará marchar.
Mientras una promesa miente,
el entorno -el engañoso entorno-
mudará de nuevo para ser idéntico
por enésima vez.
©Samarcanda Cuentos-Ángeles.
©Samarcanda Cuentos-Ángeles.
INCERTIDUMBRE
"Cuando la certeza no forma parte de tu vivir, este se convierte en el desconcierto y tu vida pasa a ser un camino vacilante."
Vídeo del poema: Declamación a cargo de Juan Izquierdo.
Nada peor en la vida que las sombras,
la incertidumbre de no comprender nada,
de no atinar en la búsqueda
de no atisbar una salida al desconcierto,
a la indecisión, a este no sé que
que te recome por dentro
sin atreverte a ponerle nombre.
Y me vienen a la mente
aquellas palabras de Rosalía de Castro
cuando con la fatalidad de lo inevitable, decía:
“Yo no se lo que busco eternamente
en la tierra, en el aire y en el cielo;
yo no se lo que busco,
pero es algo que perdí, no se cuando,
y que no encuentro”...
Me niego a seguir vagando
entre tinieblas de noche cerrada,
entre encajes de cielos robados,
cuajados de estrellas sin luz.
El afligido dilema de este sinvivir
turbado por mis miedos,
por estas aciagas jornadas sin deseo,
que aspiran a un mañana
que me prometieron pleno.
la incertidumbre de no comprender nada,
de no atinar en la búsqueda
de no atisbar una salida al desconcierto,
a la indecisión, a este no sé que
que te recome por dentro
sin atreverte a ponerle nombre.
Y me vienen a la mente
aquellas palabras de Rosalía de Castro
cuando con la fatalidad de lo inevitable, decía:
“Yo no se lo que busco eternamente
en la tierra, en el aire y en el cielo;
yo no se lo que busco,
pero es algo que perdí, no se cuando,
y que no encuentro”...
Me niego a seguir vagando
entre tinieblas de noche cerrada,
entre encajes de cielos robados,
cuajados de estrellas sin luz.
El afligido dilema de este sinvivir
turbado por mis miedos,
por estas aciagas jornadas sin deseo,
que aspiran a un mañana
que me prometieron pleno.
¿Y donde esta que no lo encuentro?
© Samarcanda - Angeles
Vídeo del poema: Declamación a cargo de Juan Izquierdo
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