PECADOS CAPITALES (Tema: La Envidia)
“La envidia no deja de ser una declaración de inferioridad.” (Napoleón)
“La envidia no deja de ser una declaración de inferioridad.” (Napoleón)
AMIGAS O ENEMIGAS
Hacía tiempo que eran amigas, habían
crecido juntas compartiendo aficiones, viajes, proyectos…Todo. Inseparables
durante años -los primeros de sus vidas- a menudo recordaban aventuras en las
que habían participado codo con codo y sentían que siempre merecieron la pena.
Sus familias alentaban esa amistad, sus propias madres habían sido igualmente inseparables
en la infancia y el cariño había perdurado en el tiempo. A Sole y Mónica les
encantaba decir que eran hermanas, sus cabellos dorados o sus ojos claros ayudaban
a esas fantasías que disfrutaban y les convertían aun más en cómplices de su
felicidad y sus cuitas infantiles. El tiempo fue testigo de cómo su afecto se
hacía cada vez más fuerte, cualquiera de ellas hubiera jurado y perjurado que
nada las podría separar, sin embargo hay ocasiones en las que otras fuerzas más
allá de la amistad pueden conseguir inesperados desencuentros.
Siempre les unió el deporte. A los
quince años empezaron a hacerlo de un modo más profesional aunque su suerte y
aptitudes no fueron parejas entonces, una de ellas empezó a despuntar
visiblemente. Sole fue un descubrimiento en atletismo, las competiciones de
fondo no se le resistían en absoluto, por mucho que Mónica tenía una mejor
capacidad en las distancias cortas. Entrenaban juntas y aunque en principio
todo fue apoyo mutuo, pronto las buenas marcas de Sole, empezaron a minar esa
amistad incorruptible que ambas habían mantenido durante años, convirtiéndolas
en contrincantes acérrimas en las competiciones donde coincidían. Para Sole,
siempre fue una sana rivalidad, en la que sólo estuvo presente ese mínimo
orgullo por ganar que le servía como acicate para mejorar sus marcas. Sin
embargo Mónica cada vez más se lo tomaba como un desafío, casi un agravio y la
distancia entre ambas fue haciéndose más palpable.
Una muralla invisible las iba
colocando por caminos dispares y aunque Sole siguió haciendo esfuerzos por
limar esas asperezas aparentes, la actitud de Mónica, por el contrario, ofrecía
una resistencia más que evidente. Ese sentimiento se fue acrecentando a medida
que los laureles se acumulaban en las estanterías de Sole, sus hazañas y
valores no le eran ajenos a Mónica y sin poder evitarlo la creciente envidia
que iba sintiendo por su antigua amiga, no le permitía ya ni el saludo, mucho
menos las palabras de elogio o animo, que hasta entonces siempre habían estado
presentes
Hacía tiempo ya que no coincidían en
una competición, pero esta era importante para ambas y un reto personal para
Mónica, por lo que no dudo en participar aun a sabiendas que podía encontrarse
con Sole en la pugna por la carrera. Así sucedió.,,,Fragmento (SIGUE)
© Samarcanda - Ángeles.
© Samarcanda - Ángeles.
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