No hay mucho que
decir cuando el desencanto y la mentira se ha hecho fuerte en una relación.
AMARGA ESPERA (Microcuento)
Las horas pasaban con lentitud perversa, el sueño no
era su aliado. Por fin llegó apestando a perfume y traición, no se atrevió a
pronunciar su nombre, solo pasó la mano por su cuerpo inmóvil y lo sintió tenso
bajo la sabana. María se mantuvo en idéntico estado inerte cuando él rozó su
frente con un beso infiel y como cada
noche también, con ese gesto dejó caer todo el peso de la culpabilidad en su
piel hasta quemarla.
© Samarcanda-Ángeles.
Acabas de contar miles de mis noches pasadas. A veces te leo y me veo reflejada.
ResponderEliminarMe pasa lo mismo contigo, en muchos de tus escritos me siento idejtificada y que parece que sean parte de mis propias letras. Aunque este en concreto no refleja ninguna de mis realidades, ni actuales, ni anteriores. Un beso querida.
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