"En la vida se cometen grandes errores que a menudo no tienen vuelta atrás, entre otras cosas porque no siempre eres tu quien decide. O porque aunque puedas decidir, esa circunstancia se convertirá en una sentencia inapelable, que no te llevará ni a la felicidad, ni al acierto.
Y es entonces cuando llegas a la conclusión de que sólo eres dueño de tus pensamientos y recuerdos –pero nada más-. Como suelo decir:
Los recuerdos se pueden rememorar, guardar con cariño o simplemente intentar obviarlos si te producen más dolor que placer…!Si es que puedes, claro!…"
AMOR, AMAR…(Cuento Corto)
Los fantasmas han vuelto... –se dijo tristemente Alisa.
Mucho tiempo, desde que no permitía entretener su mente con recuerdos pasados.
Pero cuando todo el mecanismo se ponía en marcha ya no era posible detenerlo; eso
lo sabía perfectamente.
En estos últimos años su vida se había convertido en un
terremoto de sobresaltos, viajes, tensiones diarias y caras nuevas. Estaba
orgullosa de lo alcanzado. Hasta donde le había llevado su dilatada carrera
profesional, pero reconocía -muy a su pesar- que la parcela más importante de
su vida seguía desierta.
¿Cómo han podido cambiar tanto mis prioridades? –pensó-.
De niña se solía imaginar en una amplia y confortable casa,
rodeada de varias criaturitas que tiraban de su delantal con deseos de ser
escuchados, mimados por una abnegada madre tierna y protectora.
-¿Dónde había quedado ese cuadro que invariablemente aparecía ante ella cuando retrocedía en el tiempo?-
No lo sabía, puede que tampoco deseara saber la respuesta. Todos esos recuerdos estaban vetados por voluntad propia, hasta la más simple evocación sobre el tema se tenía prohibida, pero no siempre podía engañar a su subconsciente, por ello aun sin querer, ni pretenderlo, volvió a recordar a Guille...
-¿Dónde había quedado ese cuadro que invariablemente aparecía ante ella cuando retrocedía en el tiempo?-
No lo sabía, puede que tampoco deseara saber la respuesta. Todos esos recuerdos estaban vetados por voluntad propia, hasta la más simple evocación sobre el tema se tenía prohibida, pero no siempre podía engañar a su subconsciente, por ello aun sin querer, ni pretenderlo, volvió a recordar a Guille...
Él fue su amor, el primero, el único, la realidad más
sincera y sencilla que nunca tuvo, de un modo u otro ese nombre permanecería
por siempre cosido a su piel. Se lamentó al pensar que no tenía la menor idea
de en que lejano lugar él transitaría perdido.
Intento deshacerse de tan
turbadores pensamientos, durante años los había mantenido a raya no
consintiendo que su presencia la inmutara. No fue fácil engañar a su memoria. Aprendió
a boicotear todo lo bueno vivido a su lado convirtiéndolo en fugaces destellos
que se disipaban acto seguido. Fue lo suficiente hábil como para idear el modo
de despedazar esa etapa y que los trocitos -fragmentados deliberadamente en su
cerebro- permanecieran en lugares opuestos para nunca ser reunidos.
En contadas ocasiones le fallaba la jugada…
Entonces volvía a sentir esa agitación casi olvidada que no
se podía permitir, sólo Guille la forzaba a caer en ese ahogo, en esa sensación
de tibieza que le invadía el alma
abocándola a una emoción que la cercaba sin remedio. Tuvo siempre esa
peculiar virtud. De él emanaba un calor reconfortante que conseguía devolverla a la
vida cuando se encontraba a punto de caer en el vacío.
-Dónde estarás? –se preguntó Alisa por enésima vez...(SIGUE)
2004
© Samarcanda -Ángeles.
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